La ceremonia religiosa se celebró en una pequeña capilla con un arco precioso a su entrada obra de Ai Carmiña.
La celebración tuvo lugar en el Pazo Casa Grande un típico Pazo gallego con elegantes salones y grandes jardines llenos de rincones con encanto, como toda nuestra tierra gallega, donde pudieron disfrutar del rico catering de Josmaga. La decoración era espectacular y su mobiliario lo adquirieron en El desván de la abuela.
El novio llevaba un traje en tono azul de García Madrid que combinó con chaleco en tonos verdes.
El vestido de Raquel es una auténtica obra de arte, me enamoró desde el minuto y, por supuesto, supe enseguida quien era la mano artista que había detrás, Sara Lage. Ella es especial al igual que todas sus novias.
Raquel lució un tocado de M de Paulet perfecto para completa su look de novia. ¡Brutal!
Las fotografías de Manu Díaz son una auténtica maravilla, nos transportan a ese día haciéndonos partícipes de cada momento como si lo hubiésemos vivido en primera fila.
El vestido de Raquel es una auténtica obra de arte, me enamoró desde el minuto y, por supuesto, supe enseguida quien era la mano artista que había detrás, Sara Lage. Ella es especial al igual que todas sus novias.
Raquel lució un tocado de M de Paulet perfecto para completa su look de novia. ¡Brutal!
Las fotografías de Manu Díaz son una auténtica maravilla, nos transportan a ese día haciéndonos partícipes de cada momento como si lo hubiésemos vivido en primera fila.
¡Una boda fabulosa!
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