El escenario que proporciona la Finca de Aldeallana rodeada de pinos y encinas te asegura una boda de ensueño, así fue la de ellos el pasado 25 de agosto.
El novio llevaba traje de Antonio Morato en azul con corbata y calcetines en un tono más claro.
La novia llevaba vestido de Valensole Atelier, "Desde el principio Ainhoa tuvo claro cómo quería que fuese su vestido, pero en su primera búsqueda nadie parecía encajar con sus expectativas. El vestido de sus sueños era sencillo y ligero, tenía escote delantero y trasero, talle ajustado y falda con caída"
La madre de Ainhoa encontró casi por casualidad el atelier de Raquel que supo desde el primer momento hacer realidad el vestido que Ainhoa tenía en mente.
El vestido llevaba un top de encaje bordado y tirantes de gasa y falda de crepe con cola. El cinturón de guipur nude lo diseñaron y bordaron a mano. Además, incorporaba una blusita de quita y pon para que durante la fiesta pudiera dejar solo la base en crepe lisa.
De la peluquería se encargó El tocador alta peluquería. ¡El look final era increíble!
La intimidad de la boda les permitió contar con su perrita Cala, alguien muy importante para ellos.
De las fotografías se encargaron El Ojo Encantado, quien supo captar al felicidad de cada momento.
“La boda quedó muy nuestra”
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