Su propuesta de matrimonio tiene historia, así que mejor la cuente la propia Ana.
"Nos situamos en el mismo escenario, en nuestro décimo aniversario, estoy yo de comida con mis amigas y él con los suyos y me escribe un whatsapp, “¿Dónde estás, tenemos que hablar? Y salgo yo corriendo de la caseta y está justo donde nos dimos el primer beso, pero… empieza a ponerme trabas, esto no va a ningún lado, ya estamos estancados… etc y yo me empiezo a cabrear!!!, hasta que me saca una caja de pandora y me dice ¿ Te quieres casar conmigo??"
Por suerte el anillo fue lo suficientemente especial como para hacer desaparecer el cabreo de ella 😂😂
La boda tuvo lugar en Bujalance, Córdoba, el 20 de mayo de 2017.
El banquete fue en el restaurante Casa Patricio y para la decoración contaron con ayuda de familiares y amigos.
"Decoración, fue entre todos, gracias a que cuento con unos amigos y familia, que tienen una chispa especial para todas estas cosas, y que por supuesto es porque me quieren y sé que lo hacen como si para ellos fuera. Conté con las manos e ideas de mi mejor Amigo José María.
No me faltaron detalles ni ideas y la organización por cuenta de mi gran amigo Pedro Vílchez, además de mi familia, y mi segunda familia la de mi Marido, que son estupendos"
El novio llevaba chaqué azul de Protocolo que complementó con una corbata estampada que cerraba a la perfección el estilismo.
Ana llevaba un vestido de Lola Martín con espalda descubierta y manga larga que le sentaba de lujo.
De la peluquería se encargó su amigo José María Priego Herrera, Salón JM y del maquillaje Maleni Flores.
El tocado con el que sujetó el velo era de Tocados Le Touquet ¡ideal! Su ramo, a tonos iguales al tocado era de un vivero de La Carlota.
Los zapatos eran de Lodi, en tono nude y abiertos en el talón.
Abrieron el baile con "Amor planetario" de Manuel Carrasco ya que es uno de los artistas favoritos de la novia y se sentía identificada con la canción.
Cuando le pregunté a Ana Laura por uno de los momentos más especiales de ese día cuenta que hay uno que le marcó especialmente.
"Fue el ir a ver a mi bisabuela de 99 años y llevarle un ramo, ese momento fue para mí el más emotivo, porque al mes nos dejó, y es como si hubiera esperado por verme vestida de blanco"
De todo el reportaje fotográfico se encargó Toni Cano. Sin duda una boda llena de aquello que nunca debe faltar, amor.
"Sin duda me casaría todos los días, y sin cambiar nada, porque aunque se olvidaran cosas, estuviéramos nerviosos, para mí fue la boda perfecta, así tal cual"
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